No somos tan diferentes, el dolor es el dolor, una pérdida es una pérdida, un rechazo es un rechazo y al final, el sufrimiento es real.
A veces creemos que nuestro sufrimiento es “más” real que el de otros y que nadie entiende lo que sentimos, lo cierto es que los otros están pensando exactamente lo mismo. No, no somos tan diferentes, efectivamente, no lloramos por lo mismo.
No somos tan diferentes, pero el creer que nadie nos entiende, nos hace sentir especiales… tal vez un poquito mejor que los demás.
Armando Castro Contreras.
Ilustración: Victoria Mortis. Owe Zerge, 1921.