Siempre existe una razón para todo, si no existe la inventamos, si no la sabemos la buscamos, si no la tiene la forzamos. Será naturaleza humana, nos enseñan a preguntar “¿por qué?”, nos enseñan a investigar y a saber. La existencia tiene razón, el odio tiene razón, la luz tiene razón, el pensar tiene razón, todo tiene una razón según tu ideología, según tu educación. Pero hay algo que no necesita razón, no hay razón para no amar, así podrías a amar un libro y sentirte un intelectual, una obra de arte, una escultura, la música, podrás ser un egocéntrico y amarte a ti mismo, ser un afortunado y amar a alguien más, a tu esposa, a tus hijos, a tu amante, podrás ser lo que quieras cuando amas sin razón, podrás decidir que amar y perderte en ello, darlo todo sin pensar, no exigir nada, hasta olvidarte de ti mismo para amar eso que elegiste. Lo difícil es encontrar que amar, en que perder la razón y eso es lo que hace falta, gente con amor, gente sin razón.
Emilio Cabral.
Frederick George Cotman – “Uno más de la familia” (1880, óleo sobre lienzo, 102 x 170 cm, Walker Art Gallery, Liverpool.