“…Ella vino con el pelo humedecido, encajó su sonrisa en la última de la noche anterior y encendió el primer cigarrillo apoyada en un árbol. Díaz Grey llamó al mozo para pedir el desayuno, cambió saludos con gente que entraba y salía, bebió el doble café hirviente. El aire se hizo sofocante y perfumado. Con el cuerpo encogido, exagerando el cansancio, Díaz Grey miró el borde de los pantalones de la mujer, las pequeñas medias enrolladas, los zapatos de gruesas suelas donde la humedad, la arena y briznas de hierba construían un confuso emblema bucólico, un poco grotesco, como exhibido con deliberación. El médico se desperezó, sintió que se sofocaba, aspiró aire. «Ya no tengo nariz para oler la primavera —pensó bostezando—; sólo alcanzo el recuerdo, la inútil sensación de las viejas primaveras en las que acaso estuve olfateando otras ya pasadas, prometiéndome alcanzar la intimidad con un octubre futuro». ”
*Juan Carlos Onetti (1909-1994) Nace en Montevideo, Uruguay. Escritor.
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*** Angiolo Tommasi (Italian, 1858 – 1923).