Y entonces. Cecilia Ávila.
Y vuelven todos nuestros amantes y ahora te entiendo cierras los ojos y besas sus dedos besan mi cuello sudor y calor. Cecilia Ávila Velázquez. *Hermafrodito durmiendo. Gian Lorenzo Bernini.
Y vuelven todos nuestros amantes y ahora te entiendo cierras los ojos y besas sus dedos besan mi cuello sudor y calor. Cecilia Ávila Velázquez. *Hermafrodito durmiendo. Gian Lorenzo Bernini.
El apego, es mi pesar, vivir mis sueños me ha enemistado con los que me rodean, la envidia es un sentimiento natural imposible direccionar que nos muestra que tan inferiores nos sentimos, he intentado repeler éstos actos, las palabras hirientes, la sátira planificada, pero en el segundo respiro me estalla el corazón y duele. Aún
Han pasado meses de la última vez que escribí, comenzaba a arrastrar el lápiz por el papel y se volvía tedioso, soso y aburrido, las ideas no llegaban a mi mente, solo vomitaba palabras inútiles y sin sentido, maldición, quiero escribir del amor que no siento, de la vida que no vivo y de la
¿Qué hay de malo en percibir el físico humano como algo maravilloso? Por optar en ver primero la sonrisa o los ojos de una persona antes de conocerla y darse cuenta si en verdad es benévolo o no, digo a final de cuentas resulta de ese modo la atracción. Cuando te encuentras sumergido en tus
Falsa bandera, parece costal, que con piedras has llenado se ausenta el ondear porque el viento sabe hacerla flotar. Cecilia Ávila Velázquez. * Bern Burgerbibliothek, MS.h.h.I.16
Mi cuerpo forma aquella amante dormida de las montañas. Me gustan mis ojos y mis lunares, mis dedos largos de los pies y el miedo que se acumula en mis rodillas. Mis manos llenas de líneas me muestran el enredo de la vida. Me gustan mis uñas y mis cicatrices, los vellos de mis brazos
Para los que elegimos vivir aquí la compasión es algo difícil de homologar. Hay individuos de corazón puro y de memoria selectiva que parten rápido de este lugar, pienso que deberían meditar, su ligereza al pensar hace que no se percaten que traen una cadena, nunca serán libres en su totalidad. Por otra parte también
La tensión comenzó a sentirse desde que iba bajando las escaleras y brevemente nuestras miradas chocaron, aún con la distancia se podría divisar que él estaba ansioso por mi llegada, yo de igual manera iba nerviosa por no saber cómo actuar frente a sus amigos; estábamos a no más de un metro de distancia y
La vida se manifiesta, deseamos entenderla, queremos poseerla, nos vamos sin respuestas. Elegimos las apariencias, atacamos las diferencias; nadie nos habló sobre el amor y esa es nuestra esencia. ¡Es mi vida! Lo gritamos a los cuatro vientos y creemos que somos lo que hacemos pero ya todo está hecho. Ivania Malacara.
Observando una estrella brillar recuerdo tu mirar, tu sonrisa difuminada al verme pasear, me contengo para no llorar; Te extraño en el invierno que he inventado, este amor verdadero que convierto en un péndulo cuando atraviesa la mirada del ego. Aparece la ilusión de que a otra puedas amar; Las paredes moradas de