Esta película, adaptación de la novela de Cormac McCarty, llegó hace algunos años a mi vida y cuando la vi me parecía tan lejano aquel escenario, pero después de una pandemia y los cambios climáticos esto no está lejos de una realidad alterna de la extinción de la humanidad, ese ambiente de devastación, los incendios, el canibalismo, la hambruna, todo gris, el mismo hombre expuesto a lo peor de sí mismo, es una película post apocalíptica llena de emocionalidad y mucha tristeza, el ver cómo se rompía ese padre a cada momento me rompía a mí también, podía entender la grandeza de ese amor de sacrificio para un hijo, encontré mucha belleza en la generosidad del niño porque era el reflejo de su mismo padre, está película fue como una experiencia para profundizar en mi consciencia y lo agradezco, el final, ese sí, me pareció algo desafortunado no me gustó.
Melina Aldana.
Colaboradora de Cinefebicos.
