Haz aire con tus piernas largas
como un rehilete en nuestra cama.
Nada en mi rojo corazón
en tu lancha llamada apego
y usemos los besos como remos.
Háblame en la noche azulada
con tus gritos desesperados
de una niña extraviada.
No hay otra cosa
que el juego de niños
en las sucias mentes
de un adulto efímero.
Cecilia Ávila Velázquez.
* Ernst Ludwig Kirchner.
Muy buena entrada y un buen mensaje. ⚘
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