Lágrimas tibias. Cecilia Ávila.

¡No amenaces, vida!

Tengo miedo pero no pretendas secar mis manos. No me hagas polvo. Mi vínculo es fuerte pero a mi corazón le hace falta calor. Lloraré sobre el barro que está duro en mis manos para que se remoje y se disuelva mi temor.

¡Mira!

Ya siento el sol.

 

Cecilia Ávila Velázquez.

*Thomas Cole. Una casa el bosque. 1847.

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