Despertar: 6:00 a.m. la alarma cada 5 minutos y, ¡ya es hora!, alistarse, salir antes de la media, dos te amo, la misma bendición.
Hoy sin combustible y la alerta roja en el trabajo, ¡no tardo! Fin de la llamada. Vuelta a la glorieta y esperar otro semáforo. Mi rutina acompañada de migraña transcurre normal; mi padre y su rutina también, lo de costumbre… mi cabeza va a explorar, tratar de sonreír, disimular que todo está bien, los trastes se acumulan, la mañana más larga de mi vida, no hay tiempo para un bocado, escalofríos. A medio día la calma, mi cabeza en la mesa y ahora otro medicamento, mi madre me salva la vida. El trabajo ¿termina? No hay más, 2:29 ¿lista? 2:40 hay que volver, después de comer por fin en paz, de nuevo en el tráfico, y en mi mente, ya quiero verte, un par de pendientes más y llegará la hora, espero con ansias esos brazos de desahogo, el día casi termina pero estaré bien en ese lugar que me consuela, que me da paz ahí, en tu mirada…6:42 p.m. la lluvia, llega la noche, llueve aun y, mis ansias se alargan 24 horas más.
Anónimo.
* Saul Leiter. Rear window. Paris. 1960.