Fuimos
un suspiro del viento en el oído
la sensación de tu tacto recorriendo mi espina dorsal
las tardes de primavera olvidando el frío invierno.
Fuimos
un parpadeo en la vista panorámica del paisaje más bello
la gota de sudor que resbala de tu pecho sobre el mío
tus dedos haciendo remolinos en los bucles de mi pelo
el abrazo por la espalda y el beso en la mejilla
el dibujo de mi rostro y el recuerdo en el espejo.
Fuimos
el anhelo de creer y de crear
la paz del mar en el color de tus pupilas
la estrella fugaz y su deseo.
Fuimos
la breve carrera tras las manecillas del reloj
el tiempo escrito de la despedida,
fuimos incluso promesa de un regreso,
y más aún, fuimos esperanza inmortal
de volvernos a encontrar.
Ana Ramírez.
*Ilustración: Alfred Stevens. Le Sphinx parisien. 1867.