Cayendo en la espiral de la vida, profundo en la oscuridad de los pensamientos, llegando al final, es fácil dejarse ir, pero la complejidad de cómo se llega a este estado, es una compilación de sucesos que no sabes entender, ideas que dejas que te sobrepasen, que no las entiendes en su momento, y por falta de coraje las dejas pasar, te van mermando cada vez que pasa el tiempo, y se vuelven parte de ti en una fusión, se unen a tu forma de pensar, se nutren de tus miedos, del desamor, de la vergüenza, de la decepción, se hacen fuertes y cuando menos lo piensas pasas tu vida en piloto automático, estático e insensible, inmerso en la seguridad de estas ideas que te hacen sentir cómodo pero que no comulgas. Pero todo sale a flote y se termina por desmoronar, estas ideas te fueron carcomiendo como parasito, pero no es el fin de tu ser, es el fin de una etapa, donde el nuevo conocimiento te enfrenta a ti mismo, en esa oscuridad que sientes venir, siempre hay una luz que no es fácil encontrar pero te va a encontrar a tu yo, en esa búsqueda tu comodidad va a querer retenerte, no te va a dejar a ir, va a cuestionar todo, sin embargo tu conocimiento va a fungir como tu arma, y el progreso va a surgir, al final las ideas tienen que ceder, y una vez que pase vas a pasar al siguiente proceso, donde puedes hundirte aún más en la oscuridad, porque en esa búsqueda de tu virtud, vas a ver el miedo en su forma más pura, vas a tener un lapso donde no vas a tener control de tu vida, tus ideas anteriores ya no te van a proteger, es donde te puedes sentir más vulnerable, pero también donde vas a encontrar tu verdadero ser, aquí es donde empieza tu final.
Héctor Quiroz.
*Dirck Volckertsz. Coornhert, naar Maarten van Heemskerck Vervolging (1550).