Claro. Héctor Quiroz.
in embargo, que es de la vida sin las caídas provocadas por la gravedad, terminó nuestro primer beso, nos quedamos estáticos ante la experiencia que acabábamos de tener
in embargo, que es de la vida sin las caídas provocadas por la gravedad, terminó nuestro primer beso, nos quedamos estáticos ante la experiencia que acabábamos de tener
Presentación editorial de efebos. Antología 2016-2022 Pablo Jara | Enrique Husim | Cecilia Ávila Melina Aldana | Elena Mon | Héctor Quiroz Víctor Hugo Ávila Velázquez | Emilio Cabral Fernando Escobar | Diego Estrada Gutiérrez. Voodoo House of Blues.18 de febrero de 20235:30 Pm Sierra Morena 118, Bosques del Prado Nte. Aguascalientes, Ags. México.
sentirás el calor en tu pecho, vas a saborear sus labios, su saliva sabrá a frutas, tus labios quedaran impregnados con ese sabor, ese que olerás por días, junto a ese aroma que desprenderás en el acto, será el mejor perfume que se haya olido alguna vez…
Yo no entendía por qué habría temor en una flor tan peculiar, pero ella siguió con una risa y en esa burla me confirmó tal desencanto.
Yo estoy aquí abandonado, purgando mi sentencia, haciendo acto de constricción por las “maldades” que realice, esperando el llamado de algún mortal, sin embargo…
Su corazón de niña se quiere salir, se ha cansado de luchar con la herida del abandono, se logra refugiar en los que son su espejo y su sangre. Tranquila mi niña deja tus arrebatos infantiles, para ir un paso a la vez, respira, mira hacia el mar y sumérgete en esa ola creciente. Melina
Nunca se me dio el baile, pero la vi a ella, la vi tan fresca, sus movimientos eran tan libres tan perfectamente efectuados, era espontánea, con su mirada enamoraba a niños, jóvenes, hombres y mujeres por igual, su danza no paraba, una banda musical se acercó para hacer feliz el momento, muchos se unieron al
Corriendo por los parajes iban los padres, más que correr parecía que galopaban, vestidos con sus túnicas blancas, corrían y a la par dejaban un rastro de sangre que podría ser encontrado incluso por el sabueso más inerme de toda la jauría. Detrás de los padres corrían los hijos, aquellos de mediana edad, alardeando sobre
Mi mayor momento de intimidad no fue la noche en que nos quitamos toda la ropa. Fue cuando me viste en mi estado más difícil. Cuando fuiste testigo de las partes más desagradables de mí. A medida que te mostraba lentamente cada imperfección, frente a ti como una cicatriz. Y a pesar de todo eso,
¿Votar? Aquiles nunca había pensado en ello, tiempo nunca ha tenido, el tiempo siempre le ha tenido a él, todo ha sido trabajar, ¿decidir? Aquiles solo necesita decidir qué comerá cuando despierte de un turno nocturno de doce horas, se visualiza despertando aún más cansado, recuerda que no pagó el agua y por la mañana se la quitaron, ni un maldito
No perezcas en la caída, se sublime. No votes. Pablo Jara. Leer más »