Sólo para los valientes. Melina Aldana.
Si mudáramos de piel como las serpientes, al estar expuestos a la orilla del charco, veríamos en nuestro reflejo una masa de carne con huesos, sin cara, sin dientes, nos convertiríamos en sal como la esposa de Lot o en piedra como la Medusa. El llanto en la infancia te daba todo, ahora las lágrimas […]