No era el libro, tampoco el editor, mucho menos el autor. No era el leer. Antes fue la escritura, quizá siempre, pero no por alguien, sino por ser. Quizá, también, la literatura se es.
Víctor Hugo Ávila Velázquez.
*Albert Anker, Rosa e Bertha Gugger, olio su tela, 1883.