Mujer olvídate de esos cuentos de hadas, de amores eternos y de Príncipes azules, mujer no te hagas a la idea de perfecciones, olvídate de prejuicios, del “que dirán”, olvídate de tu cuerpo, no necesito que seas delgada o tengas grandes curvas, olvídate de todo y amemos, amemos no eternamente, amemos lo que queramos amar, no nos preocupemos del tiempo. Mujer yo no soy el hombre perfecto, pero tampoco quiero a la mujer perfecta, sal sin maquillaje, no me importa, no es indispensable para ver tu alma, para amarte sin prejuicios. No seas mi felicidad mujer, ni si quiera te empeñes en hacerme más feliz, mejor compartamos nuestras felicidades y porque no, también las tristezas, olvidémonos de todo mujer, amemos sin pensar, sin decir ni una sola palabra, no me pongas apodos, no me tomes de la mano, no me beses en público, no publiques tonterías en Facebook, una mirada tuya me basta para saber cuánto me amas. Mujer quédate a mi lado el tiempo suficiente, al final cuando nos tengamos que alejar y perder, no serás un recuerdo, ni una historia que contar, no habrá rencor, ni falsedad, seguirás siendo parte de mi vida y mujer si quieres olvídame, pero no te olvides de como amar.
Emilio Cabral.
* Akseli Gallen-Kallela – “Niño con cuervo” (1884, óleo sobre lienzo, 80 x 72 cm, Ateneum, Helsinki).
Precioso ❤ Me ha encantado!! 😍
Me gustó mucho. Es síntoma de un amor maduro y verdadero.
Te felicito.
Un abrazo.