Metanoia. Héctor Quiroz.

Te vi a través del reflejo, fue un instante breve, nos miramos fijamente por unos segundos, y una eternidad duró ese sentimiento que entró a través de mis ojos, recorrió todo mi cuerpo como corriente eléctrica, llegando a mi mente, ahogándose en las aguas oscuras de mis faltas.

Las estrellas son testigos del pecado que estabas cometiendo, tu boca se torció ligeramente revelando tu verdad absurda y cómica, esta, se congeló en una mueca indescriptible ante mi mirada curiosa, una mirada que al igual que mi sentimiento duró una eternidad, un trance infinito donde las leyes de la física se paralizaron, donde el tiempo contuvo la respiración y un grito sordo salió desde mis entrañas, de incredulidad o de felicidad, no lo sé del todo, pero mi mente se convirtió en un caos generalizado en el espacio tiempo,  y de pronto, ya no estaba atestiguando la escena, sino estaba en la oscuridad propia de mi mente, con la penitencia atorada en mi garganta, viéndome directamente a los ojos a través de los azulejos verdes de mi casa.

La noche de nuevo en contra mía.

Héctor Quiroz.

Ilustración: Requiem. De Ignacio Trelis.

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