Vaya sorpresa que me lleve viendo esta película. Y no porque sea mala, sino porque es distinto a lo que esperaba. Basada en la novela Tony y Susan de Austin Wright, Tom Ford; si, el diseñador de moda, nos entrega un thriller dónde el tema de las metas personales, las relaciones, la infidelidad y la venganza se conjugan en un espectáculo de grandes actuaciones por los eternos infravalorados Jake Gyllenhaal y Amy Adams.
La historia se puede ver cómo un ciclo, dónde el personaje de Edward, autor de la novela que le dedica a su exesposa Susan, resulta ser el ente por el que transcurre la historia. Se hace evidente que su novela proyecta la vida amorosamente infeliz que tenía con Susan y a las personas que directa o indirectamente hicieron que su matrimonio terminara, estableciendo ese final con sabor a venganza dónde el paralelismo entre el sufrimiento en el personaje de Tony con el de Susan se visualiza teniendo el mismo camino, una vida dónde ambos hacen lo que aman (arte) pero totalmente vacía y ahogada en el rencor del pasado; en palabras de Edward, “son el uno para el otro”.
Quizá Tom Ford aún esté lejos de los grandes directores de la industria, pero no puede pasar desapercibido. Será interesante ver si llega a filmar otro proyecto.
Mario Buendía.
Colaborador de Cinefebicos.