Lo que había dejado de ser yo no se refugiaba en la escritura, aunque no soy escritor pienso como uno de ellos, pero me mantuve en la contemplación, y ya me he contenido demasiadas noches ahora quiero que el perro se desate, que corra y muerda, que no ladre, que se detenga en cada esquina del tiempo para ensuciarse, solo así, tal vez pueda encontrar, un poco de luz que ilumine mi rostro invisible.
Pablo Jara.
*Ilustración. Jan Davidsz. de Heem.