“Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelaran, y hasta después de haberse revelado, no serán conscientes. Ese es el problema.”
1984. George Orwell.
Hoy tengo ganas de escribir, dejar mis pensamientos plasmados, venderme y rebajarme, escribir todo lo que se, todo lo que siento, olvidar todo y comenzar de nuevo, gritar, reír y llorar mientras escribo mi vida, prostituir mis sentimientos y sobajarlos para que todos se enteren de mi más precisada pertenecía, declararé la guerra a mis enemigos y mi amor a mis platónicos, hoy tengo ganas de escribir hasta quedarme sin fuerzas, todo lo que se y todo lo que pienso, todas las personas que conozco, los teléfonos y sus cumpleaños, todos mis amores y desamores, las decepciones y los recuerdos, pienso escribir hasta morir, llorar hasta borrar el grafito con mis lágrimas, agotar los lápices, llenar mis manos de virutas, manchar mi alma y deshacerme de mi, olvidarme de lo que soy, quedar en blanco y gritar, desahogar mi mente, desvirtuar mi conciencia, llorar sin razón, sentirme vacío, olvidar mis creencias, dejar de ser yo y morir en una hoja de papel.
Emilio Cabral.
*Manos dibujando. Escher. Litografía, 1948.