Cartas atadas por las llamas
aquellas que pensaste que no resurgirían
pero el fuego alumbra la más oscura noche.
No eran sólo cartas ¿te diste cuenta?
no suspires porque el fuego cambia.
No puedo escribir
sin pecado alguno
y el pecado quema.
Cecilia Ávila Velázquez
*Pintura: Le grand siecle. Cesar Moro. 1935.